Sé fiel a tus principios y a tus sueños. Nunca te avergüences de ellos. Ni en la pobreza ni en la abundancia; ni en la amistad ni en la soledad; ni en el amor ni en la orfandad. Porque ellos conforman tu identidad, tu personalidad, tu carácter, y le dan sentido a tu existencia. Sin ellos no eres nadie. Simplemente serás un barrilete que el viento del deseo de los demás llevará a volar a su antojo, sin rumbo ni horizonte.
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